Fotos: Adrián Rivas/Ricardo Agraso
Yelindi Pérez
El Cascanueces es un ballet de larga data que fue estrenado en Venezuela para el año 1996 en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, gracias a la adaptación que hizo el maestro Vicente Nebrada, inspirado en la danza académica del cuento «El Cascanueces y el Rey Ratón» que realizaban en Rusia.
Esta representación se ha convertido en un punto de encuentro y conexión de los caraqueños durante la época decembrina a lo largo de 29 años, con coreografías originales, una escenografía que evoca la Casa de los Stahlbaum, el bosque de los pinos y el reino de los dulces; bailarines profesionales y músicos en vivo de la Orquesta Sinfónica Venezuela, bajo la dirección del Maestro Alfredo Rugeles, Elisa Vega y Alfonso López Chollet.
Este año disponen 22 funciones en horarios matutinos, vespertinos y nocturnos, con una boletería que va desde los 1.500 Bolívares a los 15.000 dependiendo de la ubicación donde el espectador quiera visualizar el show.

Un ícono de la navidad
Esta puesta inmersiva exhibe la historia de Clara, una joven que recibe en Nochebuena un muñeco que cobra vida, la protege del Rey Ratón, se convierte en principe y la hace vivir experiencias inolvidables, logrando conquistar su corazón.
Esta premisa se ve plasmada en el clásico que adaptó Nebrada, y viene acompañado de más de 250 artistas en escena bajo la dirección de: Adriana Estrada, Javier Solano y Stella Quintana. Quienes a su vez estarán compartiendo la tarima con miembros del Ballet Juvenil Teresa Carreño, núcleo Chacao, y niños del ballet Teresa Carreño-La Alameda, Las Américas, Ballet Arte, Nina Novak, Jean Piaget, Gran Ballet Caracas y la Escuela Nacional de Danza (Endanza).
Cada uno usa un vestuario inspirado en la elegancia aristocrática de la época, tutús decorados con cristales, y diseños afines a las confiterías clásicas, los cuales forman parte del patrimonio artístico del teatro, dado que es el vestuario que se ha usado desde su debut en 1996. Lo que han hecho es restaurarlos y darle los cuidados que necesitan para mantenerlos en el tiempo.
Esto se suma a la incansable labor de los trabajadores del Teatro, que operan en las áreas de escenografía, zapatería, maquillaje, carpintería, tramoya, herrería, iluminación, herrería y pintura, quienes también juegan un rol preponderante en el montaje.

Más allá de la danza
El Cascanueces no se limita solo al ballet, abarca literatura, música y magia. En la versión que se presenta en el Teresa Carreño, se incluye pirotecnia y efectos especiales que extrapolan al público a un mundo de fantasía y crean una experiencia único.









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