Autora: Yelindi Pérez
La artista venezolana, Ivana Rouliez (@ivanarouliez), realiza una reinterpretación cultural de los personajes de cómics o animes más famosos y los extrapola a universos alternativos de la cultura venezolana, exaltando cosas como locaciones, chucherías o alimentos que representan a nuestra sociedad.
Es decir, se encarga de venezolanizar a esos personajes icónicos de la cultura japonesa para hacerlos más cercanos al gentilicio local. “Venezolanizar significa darle un toque venezolano a una ilustración, ya sea un cómic o anime. Es añadirle un elemento de nuestra cultura, pero no al azar, cuando dibujo a un personaje me pregunto si estuviera en Venezuela qué plato comería, qué le gustaría” aseveró la creadora.
Esto la ha llevado a gestar ilustraciones de Grogu (personaje de Star Wars) comiendo una empanada con su malta, Nezuko (Demon Slayer) con la Samba o el Pikachu Van Gogh venezolano, que tuvo un éxito rotundo en las redes sociales.
Aunque, también le han pedido encargos inusuales como el de Luffy con una bolsa de platanitos y una medalla de la UNIMET.
“El arte no solo se trata de crear una obra que sea ‘perfecta’ o ‘hermosa’, sino de crear una conexión con el espectador, cuando realizo una obra en donde venezolanizo un personaje, se genera una serie de sentimientos que logran cautivar al público y esa es mi misión, comunicar por medio del arte, pero sobre todo hacerlo accesible y cercano. Quiero que cada día la cultura del arte tenga mayor relevancia en Venezuela”, destacó.
En cuanto al impacto social que le gusta producir apunta “me gusta generar varias emociones a la vez. Cuando las personas ven mis obras noto en sus rostros una combinación de Felicidad y a la vez extrañeza porque no es algo típico ver a un personaje de cómic o Anime con un elemento venezolano. Cuando ven la obra con una empanada o una arepa, el público siente a los personajes más cercanos a ello”
Un camino tortuoso
El arte es un sendero lleno de desafíos, principalmente personales, que llevan al artista a cuestionarse si sus creaciones son merecedoras de los aplausos y el respaldo del público.
“Han sido muchos desafíos, el principal fue el vencer el miedo a mostrar mi arte. Pasé muchos años haciendo dibujos sin mostrar por miedo al qué dirán. Luego fueron los desafíos económicos cuando decidí que quería dedicarme al arte, no tenía los recursos para empezar, de hecho, tuve que ahorrar para participar en mi primer evento de arte y con lo que voy ganado en cada evento lo reinvierto para seguir mi pasión. El último reto fue encontrar mi estilo, mi forma de dibujar, mi paleta de colores, es un viaje de autodescubrimiento que me tomó varios años de estudio e introspección” indicó.
Tres años de su debut en el Comic Con
Desde el año 2018 la artista había tenido en mente ser parte del Comic Con, pero no fue hasta 2022 que pudo materializar ese sueño y se dio cuenta el impacto emocional que generaban sus ilustraciones.

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