«El Método Grönholm» vuelve a las tablas: un juego de ajedrez corporativo donde la moral no tiene precio

Foto: Nicolás Di Folca (@Nicophoto7)

Autora: Yelindi Pérez

En un mundo donde la competitividad laboral está a la orden del día y las entrevistas de trabajo se convierten en un campo de batalla, ¿qué sucedería si el proceso de selección se convierte en una lucha por la supervivencia? ¿Se desdibuja la realidad y se pierden las habilidades blandas?

«El Método Gronholm» es una pieza teatral donde los aspirantes a un puesto jerárquico dentro de una empresa, se encuentran en un juego de ajedrez corporativo, donde entran en pugna la moral, los valores y qué tan lejos puede llegar un potencial empleado para conseguir esa vacante tan anhelada.

En esta personificación estarán participando los talentosos: Antonio Delli, María Antonieta Duque, José Luis Dávila y Rafael Romero, quienes sacarán su naturaleza despiadada para triunfar, sin importar la traición, la falta de empatía o valores que sacrifican en pos de su objetivos personales.

«La competitividad de las empresas de del nivel que queremos reflejar aquí, se sigue manteniendo vigente. Es decir, para que un individuo llegue a ser el CEO o el presidente de una empresa, tiene que tener un nivel cultural, físico y psíquico muy alto. Son personas que deben aguantar presión», recalca Rafael Romero.

Quien enfatiza además, que la mejor manera de hacerle frente a esa rivalidad es por medio de la educación y la preparación constante.

«Además de las habilidades profesionales, que eso es imprescindible para obtener un cargo o aspirar a un cargo; la empatía, tu personalidad, tu forma de ser, tu contacto con los demás, la manera de expresarte o como te comunicas con el resto, puede ser a tu favor», expresa Antonio Delli.

Una obra de larga data

En el 2003, el dramaturgo catalán, Jordi Galceran, publicó este texto inspirado en una historia real de un empleador en Barcelona, que tenía una serie de anotaciones despectivas de los aspirantes a un puesto de trabajo.

Según lo que indicó en una entrevista para el portal web, Alternativa Teatral, «aquel empleado, escudado en la sagrada misión que le había sido encomendada, se creía con derecho a emitir y poner por escrito aquellas sandeces sobre una serie de personas a las que no conocía de nada. El hecho de tener el poder para otorgarles o no un trabajo lo legitimaba para ser cruel, implacable. Imaginé a esas pobres chicas intentando dar una buena imagen de si mismas, una imagen empresarialmente correcta, intentando hacer lo que creían que se esperaba de ellas, dispuestas a soportar incluso pequeñas humillaciones para conseguir ese trabajo que necesitaban».

Coordenadas del espectáculo

El 7 de septiembre a las 7:30, en los espacios del Centro Cultural Chacao, por un costo que va desde los $5 en adelante.

Foto: Ubaldo Antías

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